lunes, 7 de julio de 2014

Finalmente, tú.

Te esperé tanto que llegué a un punto en el cual ya no sé qué esperaba.
Pasamos tanto tiempo separadas que ya no sé como sería estar juntas.
Has estado tanto en mis sueños que ya olvidé como es tenerte en la realidad.
Hay tanto dolor que ya no diferencio la felicidad. 
Hay tantas despedidas que ya no cabe una bienvenida. 
Son tantos los vacíos que llenaron los espacios. 
Son tantas las ideas que opacaron las memorias. 
Son tantos los silencios que borraron las palabras. 
Son tantas las lágrimas que borraron las sonrisas. 
Son tantos los meses que borraron los días. 
Son tantas las mentiras que mataron las verdades. 
Es tanto de todo que finalmente la ausencia le ganó a la necesidad y el resentimiento le ganó al amor. 
Fue tanto de todo que fuiste más tú, que yo.
Me ganaste. 
Fue tanto el peso que no lo pude resistir. 
Me rendí. 
Fue, pasó y adiós. 
Un año de mi vida que te volviste mi vida cada día, 
cada día mis mañanas y ahora, ahora ya no eres nada
a pesar de ser todo.