Hola!
Feliz 25 de agosto, era un feliz día, desde que no estás… ya no lo es. Sé que te prometí siempre sonreír, que nunca dejaría esa sonrisa que tanto te gustaba pero las cosas se me ha ido un poco, la verdad es que mucho, de las manos. Tú sabes por todo lo que estoy pasando y todo lo que está pasando conmigo, siempre te cuento, eres la única que me escucha, sin un celular u algún otro medio, solo tengo que sentarme a hablarte.
Hoy te extraño como todos los días, hoy te necesito, hoy quiero un abrazo, hoy quiero escuchar tu voz, hoy quiero tomar tu mano, hoy quiero dormir a tu lado, hoy quiero probar tu comida, hoy te necesito solo a ti a mi lado, hoy celebrábamos tu vida…
Aunque no lo creas todavía suelo escuchar tus pantuflas y me gusta pensar que pasaré por la tienda a asustarte o saldrás de un taxi e iré a abrazarte. Me acuerdo cuando era chiquita y me despedías con un beso en la frente, siempre me has consentido tanto mamita, que ahora todas las personas a mi alrededor sufren las consecuencias… yo no te culpo, tú también me hiciste crecer.
Hay días en los que me pregunto dónde estás o si estás, días en los que de verdad me siento perdida, que bajo a tu cuarto y me siento en tu sillón solo por pensar que estoy contigo y me darás una respuesta, que me quedo frente a tu urna hablándole a una caja llena de polvo que eres tú. Con esas fotos en mi espejo, recuerdo, vivo, pienso y me pregunto, dónde estás? Son días en los que el camino que decidí seguir se me hace tan tortuoso que quiero cambiar, que no siento que ya no puedo más y caigo. En ese momento sé dónde estás, a mi lado. Siempre estás a mi lado, en mí, cuidando mis días y mis caídas como la madre que siempre fuiste, cobijándome y ayudándome a seguir. Sé que suena raro pero también escucho tus gritos, diciéndome que no me puedo dar por vencida, que tú estás conmigo, cuando lloro sé que estás limpiando mis lágrimas, cuando rio se que sonríes al ver mi felicidad, cuando estoy sola… nunca me dejas sola.
Con el pasar del tiempo sé que Dios nos pone ángeles y también nos los quita, sé que tú eras el mío y aún lo sigues siendo, sigues cuidándome, siempre lo vas a hacer.
Las cosas por acá no andan muy bien y quizá con un abrazo tuyo no se esfumarían pero andarían o por lo menos me sentiría mejor, pero como decías, se vive y se muere no podemos hacer nada la vida está hecha de penas y alegrías y en cuanto más ríes y más sufres es cuanto más vives. Que grande, que sabia que eres. Me haces demasiada falta sabes? Apuesto que nunca imaginaste que la falta que nos harías a todos, desde que te fuiste las cosas han cambiado por completo, la casa ha crecido y todos hemos cambiado, quizá algunos han madurado o aceptado hasta superado tu partida pero a mí no me avergüenza decir que aún no lo supero, aprendí a convivir con tu ausencia, me haces falta en las noches, en los días, en las decisiones, en mis risas y en mis sueños…
Nunca imaginé que podría pasar un 7 sola, sin ti y te juro que este año me hiciste más falta que otros, aunque alguien que sé que tú me mandaste estuvo conmigo, gracias, la necesitaba.
A todo esto, no te puedo dar un regalo, como los que tú me mandas y me has ido mandando desde arriba, pero sé que lees o sabes que te estoy escribiendo esto, te prometí que ya no iba a llorar, pero me dueles como esa tarde. Ya! Nada de penas, hoy es tu día y jamás te gustó verme mal. Te amo mamita, feliz 25 de agosto, lo único que me hace feliz es saber que cuando pude te hice feliz y la promesa de nunca olvidarte está más que re afirmada.
Te amo, te extraño, te amo.
Atte: Tu Pinkita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario